Formaldehyd es un potente antimicótico multiuso. Nos lo encontramos tanto en la fabricación de materiales de construcción en los que impide el moho, como de muebles, en los que se utiliza para evitar hongos en la madera prensada, etc. Es altamente cancerígeno por inhalación, se acumula en las células dañando las membranas, causa malformaciones en fetos, irrita y envejece la piel.
En principio, está prohibido en la cosmética, pero por su gran efectividad y economía, se han creado sustancias que no se consideran directamente formaldehydos, pero que lo liberan (¡!) como si fuera un polizonte.
Por un lado se las puede reconocer por llevar las sílabas Urea , como [highlight style=’default’] «Diazolidinyl Urea», «Imidazolidinyl Urea», «Polyoxymethylene Urea» [/highlight] (no confundir con Urea “a secas”, que es un derivado del ácido úrico, bueno para la piel).
Por otro lado tenemos los conservantes químicos con las letras DM delante como DM y [highlight style=’default’] «DMDM Hydantoin», o «Dmhf» [/highlight].
[highlight style=’default’] «Dimethyl Oxazolidine» [/highlight] es otro conservante liberador de formaldehyd a evitar en los productos.
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