Típicos emulgentes que unen agua y grasa, o detergentes, en sí son totalmente inofensivos, pero hacen la piel más receptiva a sustancias, lo cual es bueno, si se trata de aditivos sanos, pero malo, si son venenosos. Los introducen como pasajeros negros en las células, cuyas paredes se vuelven más permeables.
En productos naturales controlados, no se permiten más de 5 PEGs por artículo, pero la cosmética convencional suele abusar de ellos.
A parte de aparecer como PEG seguidos de un número, se les reconoce por las letras eth al final: [highlight style=’default’] “steareth”, “ceteareth”, “sodium laureth sulfate” [/highlight]=principal ingrediente en jabones, geles y champúes.
[button url=’#’ size=’small’ style=’red’] BELLEZA INTELIGENTE [/button]